Pese a haber entrado ya en plena primavera, puede que los contrastes de temperatura que estamos teniendo estos días nos hagan notar más algunos factores, como es el caso de la humedad. Los meses más húmedos del año en Madrid, suelen estar comprendidos entre noviembre y febrero, por lo que la gente tiende a despreocuparse a medida que el índice baja. Pero, ¿qué pasa con los meses de lluvia? Ya lo dice el dicho: en abril, aguas mil, y si tenemos problemas de humedad en nuestra caravana o autocaravana, nos encontramos en el punto más crítico del año.
¿Qué es la humedad y cómo puede afectar a mi autocaravana?
Humedad es un concepto que hace referencia a la cantidad de vapor de agua que permanece acumulada en el aire. Siempre está presente, aunque su porcentaje será mayor dependiendo de los factores climatológicos de la zona. En el momento en el que la humedad alcanza su máxima en un 100 %, se produce el fenómeno conocido como condensación. Ese momento en el que las lunas de nuestro vehículo se empañan y no tenemos más remedio que encender el aire para poder ver la carretera.
Claro que, cuando hablamos de un problema de humedad, en la mayoría de los casos, no nos estamos refiriendo a eso. La humedad que afecta a nuestro vehículo puede producirse por diversos factores, y el más peligroso de todos es, sin duda, la filtración. Sobre todo, en aquellos modelos de autocaravana más antiguos, las filtraciones por falta de aislamiento son uno de los motivos más comunes de humedad en el vehículo. Los techos de poliespán o madera prensada, no ayudan. ¡Incluso fregar el suelo puede afectar!
¿En qué forma podemos percibir estos problemas de humedad?
La humedad no es un factor absoluto, como ya hemos comentado. Y, al igual que existen diversos porcentajes en el aire, también podemos encontrarla en diferentes grados, tamaños y estados.
Las filtraciones más pequeñas son las que podemos relacionar con el factor condensación o a causa de alguna gotera persistente. Las más notorias, son las que encontramos en forma de charcos. Ambas son fáciles de detectar, y requieren de una actuación rápida para impedir que el problema se agrave. Pero, ¿qué pasa con aquellas que son imperceptibles? Estas son las que deberían preocuparnos más. Muchas veces, los malos olores, el reblandecimiento o el cambio de color de alguna parte de nuestro vehículo nos advierten su presencia, aunque para entonces el problema es mayor.
Desde Camperdadi te aconsejamos que, con el fin de evitar cualquier incidente relacionado con problemas de humedad, realices las labores de mantenimiento pertinentes de tu vehículo de forma periódica, trates de prevenir los cambios de temperatura y la falta de circulación de aire abriendo las ventanas, no cierres nunca la autocaravana con elementos mojados en el interior y, en caso necesario, utilices un deshumidificador eléctrico.